No es inusual que alguien que experimente deterioro cognitivo dude en hablar de ello hasta que un cuidador o un ser querido plantee el tema. Pero no tiene por qué ser una conversación incómoda. Al plantearlo de forma temprana, puede ayudar a la persona a tomar el control de la situación al consultar a un médico, vigilar los síntomas y planificar el futuro.1,2,3
Tener una conversación sincera sobre la pérdida de memoria y la enfermedad de Alzheimer podría no siempre ser fácil, pero pruebe estos enfoques para ayudar a que sea más compasivo y constructivo: