El ejercicio ofrece una gama completa de beneficios, incluido el cerebro. Se ha demostrado que la actividad física regular mejora la memoria, la atención y la función general.1 Y, con el paso del tiempo, el hecho de mantenerse activo (caminar, bailar, hacer yoga y otro ejercicio) podría ayudar a reducir el riesgo de declive cognitivo.2 Encuentre las actividades adecuadas, cree una rutina, empiece lentamente y aumente la intensidad, interactúe con otras personas y pregúntele a su médico sobre cualquier inquietud.
Pruebe estas estrategias y consejos para elegir opciones de alimentos saludables para un cerebro sano, todos los días:
Encuentre las actividades adecuadas
Todo el mundo, a cada edad, puede mantenerse activo, solo tiene que encontrar las actividades adecuadas. Los adultos de más edad deberían realizar al menos 2½ horas de ejercicio aeróbico moderado cada semana, como caminar, correr, nadar, bailar o andar en bicicleta.3 También puede probar actividades de flexibilidad y de equilibrio, como yoga o tai chi, y actividades de fortalecimiento, como entrenamiento de resistencia o ejercicios en casa. La clave es encontrar actividades físicas que disfrutes, para que construyas consistencia.
Cree una rutina.
El establecimiento de un calendario regular de ejercicio le aportará los mayores beneficios para la salud cerebral. Encuentre las horas más adecuadas, como temprano, por la mañana o más tarde. Si no tiene mucho tiempo, pruebe varios periodos cortos de 10 minutos de caminar u otro ejercicio moderado. Los estudios han demostrado que períodos cortos de ejercicio podrían traer beneficios significantes.4 En general, los adultos de mayor edad deben mantenerse activos al menos 3 días a la semana.
Empiece lentamente y aumente la intensidad.
Si recién empieza una nueva rutina de ejercicio, empiece con lo que se sienta cómodo y añada lentamente más tiempo e intensidad. Esto le ayudará a evitar lesiones y a encontrar una rutina que pueda hacer cada semana.
Participe con amigos, familiares o clases.
Hacer ejercicio con familiares o amigos puede ser divertido, revitalizante y ayudarles a usted y a su familia a habituarse a una rutina. También puede registrarse para clases grupales a través de un gimnasio o una organización comunitaria. Esto también puede ayudarlo a mantenerse responsible y no bandoner su rutina.
Pregunte a su médico sobre las inquietudes o enfermedades crónicas.
Si tiene alguna pregunta o inquietud específica sobre el ejercicio, pregunte a su médico u otro profesional médico. Pueden ayudar con un plan seguro y eficaz, incluso si usted o un ser querido tiene una enfermedad crónica como artritis, EPOC o diabetes.
Todo el mundo, a cada edad, puede mantenerse activo, solo tiene que encontrar las actividades adecuadas. Los adultos de más edad deberían realizar al menos 2½ horas de ejercicio aeróbico moderado cada semana, como caminar, correr, nadar, bailar o andar en bicicleta.3 También puede probar actividades de flexibilidad y de equilibrio, como yoga o tai chi, y actividades de fortalecimiento, como entrenamiento de resistencia o ejercicios en casa. La clave es encontrar actividades físicas que disfrutes, para que construyas consistencia.
Cree una rutina.
El establecimiento de un calendario regular de ejercicio le aportará los mayores beneficios para la salud cerebral. Encuentre las horas más adecuadas, como temprano, por la mañana o más tarde. Si no tiene mucho tiempo, pruebe varios periodos cortos de 10 minutos de caminar u otro ejercicio moderado. Los estudios han demostrado que períodos cortos de ejercicio podrían traer beneficios significantes.4 En general, los adultos de mayor edad deben mantenerse activos al menos 3 días a la semana.
Empiece lentamente y aumente la intensidad.
Si recién empieza una nueva rutina de ejercicio, empiece con lo que se sienta cómodo y añada lentamente más tiempo e intensidad. Esto le ayudará a evitar lesiones y a encontrar una rutina que pueda hacer cada semana.
Participe con amigos, familiares o clases.
Hacer ejercicio con familiares o amigos puede ser divertido, revitalizante y ayudarles a usted y a su familia a habituarse a una rutina. También puede registrarse para clases grupales a través de un gimnasio o una organización comunitaria. Esto también puede ayudarlo a mantenerse responsible y no bandoner su rutina.
Pregunte a su médico sobre las inquietudes o enfermedades crónicas.
Si tiene alguna pregunta o inquietud específica sobre el ejercicio, pregunte a su médico u otro profesional médico. Pueden ayudar con un plan seguro y eficaz, incluso si usted o un ser querido tiene una enfermedad crónica como artritis, EPOC o diabetes.