Cuidar a alguien con Alzheimer puede ser tan exigente que a menudo es difícil pensar más allá de lo inmediato. Pero, ¿qué sucede si algo le ocurriera a usted? Cuidar de sí mismo, física y mentalmente, no es un lujo: es una necesidad. Una de sus responsabilidades más importantes como cuidador es su cuidado personal, y un kit de recursos al que pueda acceder según sea necesario puede ser una ayuda invaluable para usted en esa tarea.
Al comprender los desafíos más frecuentes a los que se enfrentan los cuidadores y conocer los recursos que puede usar para superarlos, puede evitar el desgaste o el agotamiento antes de que lo abrumen.
Pida ayuda cuando lo necesite.
Todos los cuidadores necesitan ayuda en algún momento, pero a muchos les resulta difícil pedirla. Recuerde que pedir ayuda cuando la necesita es realmente una manera de dar a su ser querido la mejor atención. Puede encontrar servicios de atención médica domiciliaria o de cuidado de día para adultos en su zona utilizando el Localizador de cuidados para adultos mayores Eldercare o conocer otras opciones a través de su médico o grupos de apoyo. También debe conocer los aspectos básicos de cómo pagar por esta ayuda o servicio de atención de relevo.
Únase a un grupo de apoyo.
Ser cuidador de alguien con Alzheimer conlleva otros desafíos diferentes a los de cuidar a alguien con cualquier otra enfermedad. Al unirse a un grupo de apoyo con otros cuidadores de personas con Alzheimer, puede aprender cómo otros se enfrentan a retos similares, compartir consejos y conocimientos y, lo más importante, proporcionarse apoyo mutuo. La comunidad de Facebook de UsAgainstAlzheimer’s es un gran lugar para empezar. También puede preguntarle a su médico, consultar en línea o buscar en su comunidad una organización de Alzheimer autónoma o también conectarse con un capitulo local de la Asociación de Alzheimer, para encontrar un grupo adecuado para usted.
Haga un plan de respaldo.
Si le ocurriera algo, ¿qué representaría para su ser querido? Puede que no sea algo en lo que quiera pensar, pero es mejor planificar ahora antes que enfrentar la incertidumbre si llega el momento. Hable con familiares y amigos cercanos acerca de quién podría asumir la responsabilidad de la persona con Alzheimer y vea qué información pueden ofrecer la oficina local de tutores públicos, la oficina del protector de la salud mental, los servicios de protección para adultos u otros servicios de gestión de casos. También puede informarse sobre instalaciones de albergue y atención médica, o atención a largo plazo en su comunidad. Considere compartir algunas de estas posibilidades con la persona que podría reemplazarlo si usted no puede seguir ocupándose del cuidado.
Descubra lo que le ayuda a enfrentarse a las emociones y al estrés.
Mientras cuidamos de una persona con Alzheimer, el desafío puede multiplicarse cuando la persona lo increpa, hiere sus sentimientos u olvida quién es usted. Es importante recordar que lo que usted está haciendo sería difícil para cualquier persona, que algunas cosas que ocurren estarán más allá de su control, que usted no es perfecto y que, incluso si hizo todo perfectamente, la persona con Alzheimer seguirá teniendo un problema. Repítase estas cosas siempre que necesite escucharlas y utilice estos recursos para conseguir ayuda de estas organizaciones: iCare, el sitio web “Equilibrio en la vida del cuidador” de AARP (AARP Caregiver Life Balance) y la página “Cuidado y pérdida ambigua” (Caregiving and Ambiguous Loss) de la Alianza de Cuidadores Familiares (Family Caregiver Alliance). Puede leer más sobre herramientas útiles en el libro “Cuidado por partida doble” (Caregiving Both Ways).
Pida ayuda cuando lo necesite.
Todos los cuidadores necesitan ayuda en algún momento, pero a muchos les resulta difícil pedirla. Recuerde que pedir ayuda cuando la necesita es realmente una manera de dar a su ser querido la mejor atención. Puede encontrar servicios de atención médica domiciliaria o de cuidado de día para adultos en su zona utilizando el Localizador de cuidados para adultos mayores Eldercare o conocer otras opciones a través de su médico o grupos de apoyo. También debe conocer los aspectos básicos de cómo pagar por esta ayuda o servicio de atención de relevo.
Únase a un grupo de apoyo.
Ser cuidador de alguien con Alzheimer conlleva otros desafíos diferentes a los de cuidar a alguien con cualquier otra enfermedad. Al unirse a un grupo de apoyo con otros cuidadores de personas con Alzheimer, puede aprender cómo otros se enfrentan a retos similares, compartir consejos y conocimientos y, lo más importante, proporcionarse apoyo mutuo. La comunidad de Facebook de UsAgainstAlzheimer’s es un gran lugar para empezar. También puede preguntarle a su médico, consultar en línea o buscar en su comunidad una organización de Alzheimer autónoma o también conectarse con un capitulo local de la Asociación de Alzheimer, para encontrar un grupo adecuado para usted.
Haga un plan de respaldo.
Si le ocurriera algo, ¿qué representaría para su ser querido? Puede que no sea algo en lo que quiera pensar, pero es mejor planificar ahora antes que enfrentar la incertidumbre si llega el momento. Hable con familiares y amigos cercanos acerca de quién podría asumir la responsabilidad de la persona con Alzheimer y vea qué información pueden ofrecer la oficina local de tutores públicos, la oficina del protector de la salud mental, los servicios de protección para adultos u otros servicios de gestión de casos. También puede informarse sobre instalaciones de albergue y atención médica, o atención a largo plazo en su comunidad. Considere compartir algunas de estas posibilidades con la persona que podría reemplazarlo si usted no puede seguir ocupándose del cuidado.
Descubra lo que le ayuda a enfrentarse a las emociones y al estrés.
Mientras cuidamos de una persona con Alzheimer, el desafío puede multiplicarse cuando la persona lo increpa, hiere sus sentimientos u olvida quién es usted. Es importante recordar que lo que usted está haciendo sería difícil para cualquier persona, que algunas cosas que ocurren estarán más allá de su control, que usted no es perfecto y que, incluso si hizo todo perfectamente, la persona con Alzheimer seguirá teniendo un problema. Repítase estas cosas siempre que necesite escucharlas y utilice estos recursos para conseguir ayuda de estas organizaciones: iCare, el sitio web “Equilibrio en la vida del cuidador” de AARP (AARP Caregiver Life Balance) y la página “Cuidado y pérdida ambigua” (Caregiving and Ambiguous Loss) de la Alianza de Cuidadores Familiares (Family Caregiver Alliance). Puede leer más sobre herramientas útiles en el libro “Cuidado por partida doble” (Caregiving Both Ways).